miércoles, 4 de marzo de 2009

Crónicas de un parado poco ocioso: Capítulo III

NUEVAS TECNOLOGÍAS

La vida casera se pone interesante, y todo gracias a las nuevas tecnologías.

Empezamos con una gran adquisición regalo de mi maravilloso suegro, ahora más que nunca, que me tiene enamorado. Si sois futboleros y por qué no decirlo, los hombres me entenderán mejor que las mujeres, comprenderéis que el regalo de un televisor de plasma de 32 pulgadas es una bendición divina.



A este gran invento le enchufas el Telecable (aunque ya me he visto los requeterepetidos capítulos de series y películas que no cambian) y gozas de la tele, más aún cuando todo lo que se baja "la mula" lo puedes pasar con un simple cable a la tele y disfrutas de toda su enormidad.

Pero ahí no queda todo, toca colocar la Play debajo de la tele y meterle el Guitar Hero o el juego de billar (¡con taco incorporado!) que hemos comprado o cualquier juego, para que engañarnos, y entonces disfrutas más que Tricky en la fábrica de Fontaneda.

Y buscas desde tu sofá curros por Internet y te mantienes al día de lo que pasa fuera. ¿Que hay que ir a fichar al paro? pues entras en la página del Inem y fichas por Internet.

Paradójicamente estoy leyendo Un mundo feliz de Aldous Huxley y por fin he entendido lo que el soma puede llegar a hacerte perder. Mi soma son estas nuevas tecnologías lo que hacen que me pierda lo que está ahí fuera pero como los protas del libro, estoy en mi mundo feliz.


¿Quién querría comerse la píldora roja?