Cada ciudad tiene su color. Las ciudades del norte, por ejemplo, tienen una tonalidad tirando al verde y gris. Las tierras castellanas son color piedra, como Salamanca, que es de color piedra de Villamayor. Y si Palma tuviera que ser definida por un color, ese sería, sin lugar a dudas, el naranja...



Good bye, Mallorca. Mañana nos vamos por fin de aquí. Y no me cuesta mucho dejarte, no...
3 comentarios:
Pues es verdad. Sevilla es albero y blanco, jajaja.
Un besazo para los dos.
No, no, Herodes, Sevilla es verdiblanca, jeje.
Mi pueblo es color esfinter recién desahogado. No sabes la suerte que tienes de vivir entre naranja...
:D
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